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lunes, 25 de agosto de 2014

Injustas rivalidades

Llevo tiempo mareando la perdiz en mi cabeza, entendiendo todo lo que voy escuchando y sin embargo todavía hay ciertos comentarios, razones, porqué todavía no termino de entender. Será que mi mentalidad es más abierta que el resto de personas con las que convivo, o sin convivir, me cruzo cada día tanto por la calle como por otros medios. 


Montesquieu dijo en su día que "A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente antes que escucharlas", sin embargo la escucha nunca esta de más , aunque hay personas que por cuestiones de comodidad se limitan a asentir con la cabeza y dejarse llevar por la corriente de habladurías que plagan nuestro entorno y provocan esta contaminación invisible, peor que la propia contaminación de nuestro planeta y que podría ocasionar daños irreversibles interiores, interpersonales. 


Recordemos, que todas las grandes guerras han comenzado por eso, por daños interpersonales.
Pero no quisiera irme por las ramas y centrarme en lo que quiero explicar. Vivo en un país dividido por comunidades autónomas, cada comunidad con sus ideales personales y algunas de estas declaradas comunidades históricas. Estas comunidades históricas son las que más arraigadas están a sus costumbres, sin embargo las que más castigadas se pueden ver con respecto al resto de comunidades.


Me han llamado innombrables insultos solo por pertenecer a un sitio, del que estoy totalmente orgulloso a pertenecer, me han tachado y catalogado como algo que no soy , solo por meter a todos en el mismo saco y creo que ya está más que pateado el tema, más todavía cuando se utiliza la excusa de juegos como el Fútbol y otras competitividades para meter el dedo en la llaga y hablar sin sentido ni entendimiento. 


Aun así nadie habla, nadie defiende el individualismo y prefieren reforzar las masas que precisamente nos dan esta fama al resto.


Hablamos de concilio social, pero de verdad, no una reunión para llenar más la tierra de malas hierbas, ya que los frutos que salen después de esta son incomibles y la mayoría de veces enfermizos. 

"A veces son precisamente los ideales por los cuales mueren las personas, los que les imposibilitan vivir y trabajar juntos"

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